
Si hecho la vista atrás, esta receta debió ser la primera que hice de repostería, la verdad es que me encanta, es un postre que siempre pido pero nunca nada como hacerlo casero. Pienso que es así porque no usan huevo fresco o un mascarpone de buena calidad o incluso nata muchas veces (algo que me mata) y aún así suele ser la opción que pido si no hay otro postre que me convenza.
Pensando en esta receta creo que la comida ha tenido una influencia en mi más de la que me imaginaba ya que aun puedo recordar la última vez que la hice en el verano del 2012, sí, hace 11 años. Desde ese día me ha resultado imposible volver hacerlo, tengo un recuerdo agridulce que será imposible que se me borre. Mi sobrina, con solo 6 años, en el patio de mis padres, tomando un buen pedazo de tiramisú (cuando ella nunca probaba nada fuera de lo normal), tengo su cara de felicidad grabada en mi memoria, se lo acabó y ante la típica pregunta de «quieres más?», sorprendentemente dijo que sí. Al día siguiente, estando en el trabajo, me llamaron para decirme que había debutado con diabetes tipo 1, imposible olvidar ese último tiramisú. Esta receta siempre me llevará a ese momento, aunque me quedo con la parte dulce de ese recuerdo, su cara de felicidad mientras lo tomaba.
Para esta receta he utilizado un poco más de queso mascarpone de lo normal, me gusta que predomine pero se puede hacer con 500 gr y estará igual de bueno o incluso con menos y aumentar la cantidad de bizcochos, todo vale. También he hecho los bizcochos de soletilla caseros, se tarda menos de 20 minutos y el resultado es infinitamente mejor, aunque otra razón de peso es que no quiero tener una bolsa enorme de bizcochos que no son mi pasión rodando por la cocina. El resto, lo tradicional, ya es a gusto del consumidor como hacerlo.
Ingredientes:
– 600 gr de mascarpone
– 4 huevos
– 12 bizcochos de soletilla (receta caseros exprés: separamos las claras de las yemas de 2 huevos, montamos las claras y reservamos, mezclamos las yemas con 60 gr de azúcar, cuando esté integrados incorporamos 50 gr de harina de repostería, 5 gr de levadura y 1 pizca de sal previamente tamizada. Por último integramos las claras con movimientos envolventes. Hacemos los bizcochos con una manga pastelera sobre papel de horno, espolvoreamos un poco de azúcar glas sobre cada bizcocho y los horneamos unos 12 minutos o hasta que los bordes estén ligeramente tostados a 190º previamente precalentado, dejamos enfriar y listo)
– 120 gr de azúcar
– café intenso
– chocolate en polvo sin azúcar
Elaboración:
– Separamos las clara de las yemas y las montamos con la mitad del azúcar sin que llegue hacer picos, justo antes dejamos de montar, queremos que estén cremosas. Reservamos.
– Batimos las yemas con el azúcar restante bastante, tienen que blanquear mucho, llegado a ese punto incorporamos el queso pero no lo batimos, simplemente lo integramos con una espátula, personalmente sin queda algo de queso mascarpone sin integrar no me importa.
– Mezclamos la mitad de las claras con las yemas y el queso sin miedo, cuando esté listo incorporamos el resto esta vez sí, con movimientos envolventes.
– Para montar el tiramisú empezamos con una primera capa de bizcochos, los bañamos en el café y seguidamente una buena capa de la crema (calcula echar la mitad), repetimos con bizcocho emborrachados en café encima y terminamos con la crema restante. En este punto recomiendo filmar y llevar a la nevera toda la noche para que se asiente bien la crema. Al día siguiente, un par de horas antes de tomarlo, sacar de la nevera y cubrir con abundante chocolate en polvo tamizado.
Espero hagáis esta receta, el resultado es ESPECTACULAR!!